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¿Eres arminiano o calvinista? 

INTRODUCCIÓN: 

 

veamos sus afirmaciones:

 

Calvinismo: 

Denominaciones: Presbiterianos, Bautistas reformados, reformistas.

Creen en: Depravación total, elección incondicional, expiación limitada, gracia irresistible, seguridad eterna incondicional (la salvación no se puede perder). 

 

Arminianismo: 

Denominaciones: Bautistas (no reformados), metodistas, pentecostales, independientes

Creen en: Depravación total, elección condicional, expiación ilimitada, gracia resistible, seguridad eterna incondicional (la salvación no se puede perder) o seguridad eterna condicional (la salvación si se puede perder). 

 

A continuación, presento una serie de preguntas las cuales pueden ayudar a las personas que tienen una teología arminiana o calvinista a darse cuenta con cual postura están de acuerdo. Las preguntas tratan los temas más pertinentes que definen el arminianismo y calvinismo y los distinguen. 

 

1.- ¿Crees que Jesús murió por toda la humanidad? 

Si respondiste afirmativamente a la pregunta, entonces al menos estás de acuerdo con uno de los principios centrales del arminianismo. Este es quizás el tema más evidente que divide al calvinismo y al arminianismo. La mayoría de los calvinistas creen que Jesús murió solo por ciertas personas, aunque existe cierto debate sobre si Calvino mismo sostuvo esta opinión. Si crees que Jesús murió sólo por aquellos que eventualmente creerían (unos cuantos elegidos), entonces realmente eres un calvinista y no un arminiano. 

 

2. ¿Crees que los humanos son tan depravados que no pueden hacer nada para ganar la salvación y que no pueden elegir creer en Jesús sin la intervención de la gracia de Dios? 

Si respondiste que sí, entonces estás de acuerdo con Arminio y el Arminianismo. Los calvinistas afirman la misma doctrina, y los arminianos concuerdan con ellos en casi todos los aspectos relacionados a ella. 

En la teología arminiana el hombre está caído, desamparado espiritualmente y en estado de esclavitud de la voluntad. No hay ninguna habilidad humana natural dando al hombre condiciones para iniciar su salvación. A causa de la caída, los hombres nacen, espiritual y moralmente, en estado de total depravación, y por lo tanto son incapaces de realizar cualquier bien delante de Dios sin el amparo de su gracia preveniente. Tal incapacidad es física, intelectual y volitiva. Todo aspecto de la naturaleza y la personalidad humana se ven afectados. No hay ningún bien espiritual que el ser humano pueda hacer aparte de la gracia divina. Solamente por la gracia los efectos del pecado original pueden ser superados y el ser humano, finalmente, podrá cumplir los mandamientos espirituales de Dios.

La depravación total es extensiva, alcanzando, incluso, el libre albedrío. Por causa de la Caída la voluntad humana se tornó esclava del pecado. ¿Qué significa esto? Qué la voluntad del hombre se tornó perversa, su intelecto se oscureció, y sus afectos quedaron alienados; cada área de su vida quedó sujeta a servidumbre. Por tal razón, todo Arminiano Reformado (o Arminiano Clásico) defiende la doctrina de la depravación total. No son culpables de negar dicha verdad como acusa el calvinismo. Los arminianos creen que los humanos son totalmente incapaces de hacer cualquier bien espiritual aparte de la gracia divina.

El Arminianismo también afirma que, aunque la naturaleza humana fue totalmente afectada por la caída, sin embargo, Dios en su gracia capacita la voluntad del pecador para que libremente se arrepienta y crea, o rehúse hacerlo. Cada pecador, capacitado por la gracia de Dios, tiene libertad para creer o rehusar creer, y su destino eterno depende de cómo use dicha libertad. La libertad con la que Dios capacita al hombre caído consiste en poder escoger libremente entre el bien y el mal en la esfera de lo espiritual. El pecador puede cooperar con el Espíritu de Dios y ser regenerado o resistir la gracia de Dios y perderse para siempre.

 

3.- ¿Crees que una persona puede resistir (rechazar para condenación) el poder de convicción de la gracia de Dios? 

Si respondiste que sí, entonces otra vez afirmas otro de los principios centrales del Arminianismo, como se refleja en las palabras de Jesús: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!” (Mateo 23:37). Los calvinistas argumentan que Dios ha determinado qué individuos creerán; para hacer que su fe sea posible, los llama a la salvación de tal manera que sus propias voluntades sean superadas para que no puedan resistir el llamado a la salvación (en otras palabras, los obliga a creer). Los arminianos creen que Dios realmente quiere que todos crean; pero cuando Dios capacita a una persona para creer, lo hace de tal manera que el individuo aún puede resistir el poder de convicción del Espíritu (es decir, el hombre es libre de rechazar la gracia de Dios y así perderse por su libre elección); de modo que la fe no es un resultado necesario de la gracia habilitadora de Dios (Dios no obliga a nadie a creer). 

 

4.- ¿Crees que naciste de nuevo cuando pusiste tu fe en Jesús? 

Si respondiste que sí, entonces mantienes un principio importante del arminianismo y probablemente no eres un calvinista. Los calvinistas creen que Dios debe primero darle a una persona una vida nueva para permitir la fe. Los calvinistas creen que, sin haber sido creados para compartir la nueva vida, una persona no puede creer. Esto significa que los calvinistas creen que somos regenerados (nacidos de nuevo) antes de poner nuestra fe en Jesús. Los arminianos, en cambio, argumentan que las personas no reciben el don de la nueva vida y nuevo nacimiento hasta que creen. Los arminianos sostienen que cuando una persona cree, está unida con Cristo y solo entonces participa de la nueva vida y nace de nuevo; una persona no comparte la nueva vida sin estar primero unida a Cristo por la fe, porque “todo aquel que en él cree” no perece, sino que tiene vida eterna (Juan 3:16). 

 

5.- ¿Crees en la elección? 

Si respondiste que sí, entonces podrías ser un Arminiano. Los calvinistas creen en una elección independiente de la fe. Los arminianos creen que la elección es “en Cristo”; es decir, los arminianos creen que cualquier persona que está “en Cristo” es elegida, pero que la fe es esencial para unirse a Cristo. Por lo tanto, la elección está condicionada a la fe. (Cuando Dios escogió a los salvos sabía y tomó en cuenta quien iba a creer voluntariamente y no lo hizo de forma arbitraria)

 

6.- ¿Crees en la predestinación? 

Si respondiste que sí, entonces podrías ser un Arminiano. Los arminianos afirman que los creyentes están predestinados a la salvación final (si perseveran hasta el fin), no que las personas están predestinadas a creer (es decir, obligados a creer por el decreto de un Dios que los predestinó para ello, como afirma el calvinismo). 

 

7.- ¿Crees en la seguridad eterna? 

El problema es si las personas que verdaderamente creen en Jesús para la salvación pueden naufragar su fe, dejar de andar consagradas para el Señor y perder su salvación, o por el contrario, una vez que la gente ha puesto genuinamente su fe en Cristo, si su salvación final está garantizada incondicionalmente. Si respondiste que sí y crees en la seguridad eterna, podrías ser un Arminiano. Existe la duda de si Arminio mismo enseñó alguna vez que los creyentes pueden hacer naufragar de su fe (volver a la vida pecaminosa) y así perder su salvación. Aparentemente, Arminio no sentó postura al respecto, dejando el tema abierto a discusión. Los Remonstrantes, los primeros arminianos, personas que se pusieron del lado de Arminio en los debates teológicos de la Holanda del siglo XVII, originalmente no tomaron posición sobre este tema, aunque finalmente llegaron a la conclusión de que los creyentes pueden naufragar de su fe y perecer eternamente.  

Todos los calvinistas creen en la seguridad eterna incondicional (algunos sin calificación y otros porque piensan que la fe y su continuidad se deben a una elección incondicional). La mayoría de los bautistas no reformados basan su afirmación de ser calvinistas en este único punto y en la inclusión tradicional de la posibilidad de apostasía para los creyentes genuinos como parte esencial de la teología arminiana. Sin embargo, a la luz de la incertidumbre entre los primeros arminianos sobre este tema y el hecho de que tales bautistas están de acuerdo con la posición arminiana contra el calvinista en todos los otros puntos de desacuerdo, la seguridad eterna no debe ser un factor determinante en la cuestión de si uno es un arminiano o un calvinista. Puedes creer que la salvación no se pierde y ser arminiano o calvinista. 

 

8.- ¿Crees en la doctrina de la satisfacción penal de la expiación? 

Si respondiste que sí, o si respondiste que no, todavía podrías ser un Arminiano. La doctrina de la satisfacción penal de la expiación afirma que la muerte de Jesús implicó un pago por el pecado. Asume que la justicia de Dios requiere que el pecado sea castigado y que la justa ira de Dios se desvió de los pecadores merecedores y se derramó sobre Jesús como su sustituto. Este punto de vista es mantenido por la mayoría de los calvinistas y por la mayoría de los arminianos (especialmente aquellos que reclaman la nomenclatura “Arminianismo Reformado” o “Clásico”), aunque algunos arminianos rechazan la idea de que Dios castigó a su Hijo Jesús. Arminio enseñó la doctrina de la satisfacción penal de la expiación. 

 

9.- ¿Crees que Dios conoce exhaustivamente el futuro? 

Si respondiste que sí, podrías ser un arminiano o calvinista. Los calvinistas y la mayoría de los arminianos creen que Dios conoce exhaustivamente el futuro. Algunos arminianos piensan que negar esta doctrina es un rechazo del teísmo cristiano básico, y que aquellos que niegan la doctrina no pueden ser arminianos. 

 

10.- ¿Crees en la soberanía de Dios? 

Si respondiste que sí, entonces podrías ser un arminiano o calvinista. Todos los calvinistas y todos los arminianos afirman la soberanía de Dios, pero difieren en el otorgamiento de la libertad de Dios a los seres humanos. Algunos calvinistas definen la soberanía como Dios ordenando y predeterminando todas las cosas y eventos, de modo que la elección humana es simplemente una ilusión. Algunos calvinistas no niegan explícitamente la libertad humana, sino que intentan redefinirla para que se ajuste a su visión de soberanía. Los arminianos, en cambio, afirmamos el libre albedrío básico y que los humanos realmente toman decisiones genuinas, afirmando sin lugar a duda la culpabilidad humana en el pecado. La opinión arminiana de la soberanía es que Dios tiene el poder y la autoridad para hacer lo que quiera, y nada puede suceder a menos que lo haga o lo permita. Los arminianos creen además que Dios es lo suficientemente soberano como para dotar por gracia a sus criaturas con libre albedrío en su estado de depravación. La visión arminiana de la soberanía y la libertad humana está motivada por su comprensión del carácter de Dios como santo, de modo que 1) Dios no es el autor del mal; y 2) los humanos son culpables por sus pecados. 

 

CONCLUSIÓN… 

En resumen, puedes ser un arminiano y creer: 

•  La doctrina de la expiación ilimitada (Jesús murió por todos). De lo contrario eres calvinista. 

•  La doctrina de la depravación total (las personas son incapaces de creer en Jesús sin la intervención de la gracia de Dios). Los calvinistas también creen esta doctrina.

•  La doctrina de la gracia resistible (Dios dispensa la gracia de tal manera que las personas puedan resistir su gracia convincente). De lo contrario eres calvinista.

•  La doctrina de la elección condicional (todos los que están “en Cristo” son elegidos). De lo contrario eres calvinista.

•  La doctrina de la predestinación (los creyentes están predestinados). Los calvinistas también la creen de un modo diferente.

•  La doctrina de la seguridad eterna o la posición alternativa de que los verdaderos creyentes pueden abandonar su fe y perecer como los incrédulos. Las dos posturas son aceptables en el arminianismo clásico.  

•  La doctrina de la expiación de la satisfacción penal (Dios castigó a Jesús por los pecados del mundo). 

•  La doctrina de la omnisciencia (incluyendo que Dios conoce el futuro perfectamente). Los calvinistas también creen esta doctrina.

•  La soberanía de Dios (Dios puede hacer lo que quiera, incluso dotar a los humanos con un libre albedrío). 

 

La posición por defecto del evangelicalismo cristiano es el arminianismo. Para una mayor reflexión sobre estos temas, te invito a leer la Teología Arminiana: Mitos y Realidades, de Roger Olson, que expone la teología arminiana clásica y desacredita los 10 mitos más comunes sobre el arminianismo que se encuentra en descargas.

 

Estudio basado en las notas del pastor Fernando Alvarado

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