1. Guiar la vida devocional personal y familiar
 

• Los reformados pusieron mucho énfasis en la oración privada y doméstica.

• Los libros daban ejemplos de oraciones bíblicas para que cada creyente y cada familia pudiera orar de forma ordenada.

• Ejemplo: Libro de Oración Familiar de Matthew Henry.

 2. Proveer modelos sin imponer fórmulas
 

• La Reforma buscó alejarse de oraciones repetitivas “mágicas”.

• Los libros ofrecían modelos inspiradores para aprender a orar, pero siempre insistiendo en que cada cristiano podía orar con sus propias palabras.

• Eran “guías pedagógicas”, no rezos fijos.

 3. Arraigar la oración en la Palabra de Dios
 

• Muchas colecciones de oraciones reformadas estaban llenas de versículos bíblicos.

• Propósito: enseñar a orar según la Escritura y no según tradiciones humanas.

• Ejemplo: El Valle de la Visión (compilación puritana de oraciones y meditaciones bíblicas).

 4. Formar carácter espiritual y teológico

Los puritanos y reformados entendían que la oración educa el corazón.
Los libros buscaban cultivar:
 

•  Humildad y arrepentimiento.

•  Confianza en la soberanía de Dios.

•  Espíritu de adoración y gratitud.

Eran también un medio de discipulado espiritual.


 5. Unificar a la comunidad cristiana en la adoración

Algunos libros tenían oraciones pensadas para el culto congregacional (ej. confesión de pecados, intercesión, acción de gracias).
Propósito: que la iglesia entera orara de manera ordenada y centrada en Cristo.
 

 6. Instruir a nuevos creyentes

Muchos reformadores vieron la oración como parte de la enseñanza básica.
Los libros servían para enseñar a los recién convertidos cómo dirigirse a Dios con sencillez y reverencia.

En resumen:
Los libros de oración usados por evangélicos o reformados no eran fórmulas rígidas, sino guías bíblicas y pedagógicas con el propósito de formar la vida devocional personal, familiar y comunitaria, enseñando a orar de manera espontánea pero fiel a la Escritura.

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