
EL CAMINO VERDADERO
SANIDAD DIVINA FISICA O ESPIRITUAL
Introducción
Para saber lo que Dios piensa de la enfermedad debemos ir a su Palabra, ya que en ella Él revela su actitud hacia ella. Veamos a través de este estudio sencillo, cómo Dios trata con las enfermedades.
Parte 1
Isaías 53:5, citado nuevamente en Mateo 8.17 y en 1 Pedro 2:24, es el verso clave sobre la sanidad que con frecuencia es mal entendido y mal aplicado. “Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre ÉL, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaías 53:5).
La palabra traducida como “curados” puede referirse tanto a la sanidad espiritual o física. Ahora bien, veamos los 2 pasajes del nuevo testamento que nos citan el de Isaías.
1 Pedro 2: aquí se ve claramente que se refiere a la sanidad espiritual. 1 Pedro 2:24 dice, “quien llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”
Claramente este verso está hablando sobre el pecado y la justicia, no sobre enfermos o enfermedades físicas. Por lo tanto, aquí se refiere a ser perdonados y salvados, no sanados físicamente.
Ahora bien, podemos agregar que en Isaías 53 claramente enseña que la sanidad corporal está incluida en la obra expiatoria, el sufrimiento y la cruz de Cristo. Las palabras hebreas para «dolores» y «enfermedades» (v. 4) pueden aplicarse a la aflicción física. Esto se verifica en el hecho de que Mateo 8.17 dice que este texto de Isaías se cumple ejemplarmente en los actos de sanidad que efectuó Jesús “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: "El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias”
Está claro que las palabras «llevó» y «sufrió» se refieren a la obra expiatoria de Jesús, porque son las mismas que se utilizan para describir a Cristo cargado con nuestros pecados.
Ahora bien, dejemos esto en claro, la Biblia no vincula específicamente la sanidad física con la espiritual. Con frecuencia la gente es sanada físicamente cuando pone su fe en Cristo pero no siempre es así. Algunas veces es la voluntad de Dios el sanar, y otras veces no lo es. El apóstol Juan nos da una perspectiva apropiada: “Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (1 Juan 5:14-15).
Dios aún realiza milagros. Dios aún sana a la gente, pero la enfermedad, el dolor y muerte son aún realidades en este mundo y esto incluye a los cristianos. No siempre es la voluntad de Dios el sanarnos físicamente. Por otra parte esto tampoco quiere decir que nosotros vamos a dejar de perseverar en fe para recibir en este mundo las bendiciones de Dios.
A continuación en la segunda parte veamos algunos casos de sanidad en la Biblia.