
EL CAMINO VERDADERO
¿QUIEN ES EL DIABLO?
2) ¿Cuales son sus nombres?
Podemos aprender más acerca del diablo al examinar sus nombres. A algunas personas se les da el nombre de algún antepasado o de algún personaje importante. Los padres hacen un gran honor al hijo al darle tal nombre, y piensan que esa criatura tiene también la posibilidad de llegar a ser un personaje importante. Lo mismo ocurre con los nombres del diablo. No son solamente sustantivos para identificarlo; también lo describen.
El nombre más conocido de este personaje es el que hemos estado usando: "Diablo." Significa "acusador," "calumniador" o "traficante de chismes." Cuando escucho a una persona esparciendo feos rumores acerca de otra, me pregunto si el chismoso se dará cuenta de que es un ayudante del diablo. ¿Dices cosas que ensucian la reputación de otras personas, sin siquiera conocer los hechos?
Otro nombre que se acostumbra usar para el diablo es "Satanás." Este nombre significa "adversario," "alguien que lucha en contra de otro." El diablo es llamado Satanás por cuanto lucha en contra de Dios y en contra de todo cuanto Dios ama. Puesto que Dios te ama, Satanás va a luchar en contra tuya. Es tu adversario. Pedro dio una buena descripción de él: "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1ª Pedro 5:8).
"El Tentador" es otro nombre del diablo. Es el maestro de la tentación. No te tienta en tus puntos fuertes, sino que lo hace por tu lado débil. Algunas veces usa de persuasión, y otras veces despierta en ti el deseo de hacer cosas que no deberías hacer.
No es pecado ser tentado; pecas solamente cuando te rindes a la tentación. Sométete al Señor Jesucristo, por cuanto El siempre es capaz de vencer.
"Padre de mentira" es otro nombre que se le da al diablo. Se lo encuentra en Juan 8:44. Este nombre describe una parte del carácter del diablo que, de seguro, es familiar para ti también.
Te miente en cuanto a Dios, en cuanto a Su Palabra y en cuanto a la salvación. Tal vez te diga: "Tú no puedes ser salvo," o "No necesitas ser salvo." Tal vez mienta sobre ti delante de Dios, tal como lo hizo en cuanto a Job.
Jesús dijo: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (versículo 32). Debes, por tanto, conocer la verdad en cuanto a Dios, acerca de Su Palabra y de la salvación.
El también te miente en cuanto a tus pecados. Tal vez te diga: "¿Piensas que Dios te ha perdonado tus pecados? No tienes ninguna razón para creer tal cosa." Pero la Biblia dice: "Si confesamos nuestros pecados, él (Dios) es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad"
(1ª Juan 1:9).
Otro nombre que se da al diablo relacionado al anterior, y que nos dice mucho en cuanto a su carácter, es "engañador." Presta atención a este articulo que leí sobre este tema:
“El Señor Jesús puso un fuerte énfasis en la naturaleza engañadora del diablo.
El diablo, es pues, la fuente misma de la mentira, el creador de las falsedades. Cuando miente, es original. Cuando cita a otro comete plagio, le da a las palabras que ha tomado, un marco de falsedad para crear una ilusión. Siempre trata de mentir para destruir.
La naturaleza misma de él es mentir, puesto que comenzó su carrera en un acto de autoengaño. “Tú que decías en tu corazón: … junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono… y seré semejante al Altísimo”.
(Is 14:13)
Engañándose a si mismo creyendo que podía alcanzar una igualdad con Dios, Satanás cayó de su posición de alto honor. Se convirtió en el “padre de la mentira”, dependiente de una maraña de autoengaño y espejismos para mantener su fantasía.
Cuando alega ser igual a Dios se ve obligado a mentirse sobre todos los aspectos de la realidad. Su rebelión lo ha encerrado en una postura irracional la cual niega desesperadamente la evidencia de su propia desesperanza y falta de significado.
Satanás engaña a los demás porque su propia inteligencia ha sido entenebrecida por su perversa voluntad. El quiere que las personas perciban a Dios desde su propia perspectiva, cuestionando su confiabilidad, motivación, e intención. Quiere que creamos que los planes de Dios violarán nuestro bienestar, y sus propósitos serán contrarios a nuestras profundas necesidades y deseos. Que el Señor quiere negarnos aquello que nos aportará una alta satisfacción. Luego de sembrar duda con respecto al amor de Dios, quiere hacernos creer que nuestra desobediencia a su palabra no tendrá malas consecuencias. Si tu caes en la trampa, te habrás convertido en un instrumento inútil de su rebelión. Después te transformarás en sepulcros blanqueados (Mt. 23:27) de autoengaño y justicia propia, negándote a reconocer tu pecado; siendo empujado a la relatividad, misticismo y religiosidad. Posteriormente, a menudo, las personas comienzan a vivir experiencias (que en ocasiones son intensas) convenciendo a las víctimas que están en el camino correcto; quedando así atrapadas en las garras del engañador, disfrazado de la fuente de la verdad (2 Ts. 2:11,12).” Martín R. De Haan II.
El apóstol Juan llamó a Satanás "el maligno" (1ª Juan 2:13-14). El jamás planea algo bueno, y jamás guía a alguien a algo bueno. Ama solamente la maldad e intenta por todos los medios que posee dañarnos.
Los fariseos llamaron al diablo "Belcebú, príncipe de los demonios" (Mateo 12:24); o sea, que el diablo es el jefe de los demonios. Tiene a sus seguidores bien organizados, y ellos son muy eficientes en su labor.
El también es llamado "homicida" (Juan 8:44). Me pregunto a cuántas personas ha aniquilado antes de que éstas murieran en realidad. Necesitamos recordar que el único lugar seguro es el entregarse por completo a la voluntad de Dios revelada en su Palabra.
Otro nombre que se le da es "el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia" (Efesios 2:2). Satanás es quien siembra la desobediencia en los corazones de la gente. Esto no debe sorprender, por cuanto el Señor Jesucristo siempre quiere lo opuesto a eso; Cristo quiere nuestra obediencia. Cuando eres rebelde o desobediente, el diablo está detrás.
Es llamado también "el dios de este siglo (mundo)" (2ª Corintios 4:4). En tal virtud, ciega el entendimiento de las personas al evangelio y al camino de salvación. Lo que quiere es que le sirvan a él, y no deja que la luz de Dios brille en sus corazones; porque cuando brilla allí, cambia a las personas y las hace hijos de Dios.
También es llamado "el acusador de nuestros hermanos" (Apocalipsis 12:10). Te acusará delante de Dios, y ¡ni siquiera tendrá que mentir para hacerlo! Todos hemos hecho suficiente cosas malas por las cuales Satanás puede acusarnos. Pero recuerda, no somos salvos por lo bueno que somos. "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios" (Efesios 2:8).