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¿COMO RECIBIR LA SALVACION POR FE? 

3) El esencial papel de la Fe

La Escritura claramente indica que lo necesario para la salvación es ejercer una “verdadera fe salvadora” en Cristo. La fe es un instrumento que Dios usa para traer a individuos a una relación salvadora con Él. No es que la fe es la fundación de nuestra salvación; sino, es el canal por la cual Dios nos concede la misma.

La fe viene al creyente como regalo de Dios. No es algo que un individuo sea  capaz de crear por sí mismo.

Veamos algunas citas:

“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” (Romanos 1:17)

“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.” (Romanos 3:28)

“Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.” (Hechos 26.15-18)

“Porque por gracia (favor inmerecido) sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don (regalo) de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2.8-10)

“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” (1 Pedro 1.3-5)

Podríamos decir que la verdadera fe está compuesta por los siguientes elementos:

1. Conocimiento: Uno debe estar informado antes de poder tener fe. Esto es cierto tanto en las cosas de los hombres, como en las cosas de Cristo. Es imposible tener fe en Cristo sin conocerle por la Palabra. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17).
A veces podemos pedir más fe y es correcto, pero lo que el Apóstol Pablo recomienda enfáticamente para incrementar nuestra fe, es el conocimiento de la Palabra de Dios.

 2. Creencia: El segundo elemento de la fe es la creencia. Toda persona sabe lo que eso significa, eso es, aceptar este conocimiento como la verdad.
Las personas pueden saber que hay un salvador con el nombre de Jesús, y creer que Él puede salvar. Aun así, esto no es fe salvadora.
Para tener fe en una silla, uno debe saber que existe, y creer que puede sostenerlo.
Todavía eso no es fe completa en la silla, hasta que la confianza se involucra.


3. Confianza: Una cosa es saber que Cristo murió, y creerlo; otra cosa es confiar en Él, el Salvador muerto y resucitado, para MI salvación personal. Continuemos con el ejemplo de la silla: Uno puede saber que una silla existe, y creer que puede sostenerlo, pero la fe no es ejercida hasta que te sientas en ella.

Estos componentes se hacen realidad en la vida del cristiano a través de la obra del Espíritu Santo. Él obra en nuestros corazones para poder creer genuinamente. Por tanto, la fe, aunque se manifieste en acción, viene como resultado de la obra de Dios en nosotros. Dios nos concede la fe y esa fe es evidente a través de nuestras buenas obras que “Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10).

Recuerda lo siguiente:

* Debemos reconocer la verdad del Evangelio.
* Debemos reconocer que el Evangelio es la exacta respuesta a las necesidades espirituales del hombre.
* Debemos asumir un compromiso personal con el Señor Jesucristo quien, por virtud de Su muerte, provee el único sacrificio suficiente para el pecado personal de uno.

La presencia de los tres componentes juntos resulta en una fe salvadora. En otras palabras, una fe salvadora incluye elementos mentales, emocionales y volitivos. Una fe salvadora incluye la mente y la voluntad.

Podemos ilustrar estos tres aspectos de la siguiente manera:

Jesús en el sermón del monte dijo: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5:6). El incrédulo, por la obra de regeneración del Espíritu Santo, reconoce su necesidad de la nutrición y refrigerio y viene a Jesús pidiéndole que llene su necesidad. Este es un hermoso cuadro de la fe:

Primero la fe genuina escucha que Jesús es el “pan de vida” (Juan 6:35) y el poseedor del “agua viva” (Juan 4:10).

Segundo la fe genuina cree que la promesa de Jesús es realmente verdadera y que corresponde con exactitud a su profunda hambre y sed.

Finalmente, la fe genuina actúa y le ruega a Jesús que le satisfaga su hambre y sed.

La verdadera fe escucha, cree, y responde activamente.

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